Las constelaciones familiares se organizan durante una tarde, un día o un fin de semana. Si deseas
constelar tu familia, necesitas tener una buena razón para ello. Quieres hacer algo visible y tomar
conciencia de ello y buscas la solución para algo que te oprime.
Se toma parte individualmente, es decir, la participación de otros integrantes de la familia no es
necesaria e incluso no deseable. Se hacen excepciones, particularmente con las parejas si estas
desean trabajar juntos temas personales, los cuales pueden ser visibles para ambos.
LOS PARTICIPANTES
Un grupo consta de 10 a 15 personas y los participantes se suelen poner en contacto con el
terapeuta que conduce el taller individualmente. Las personas que participan en los talleres
generalmente no se conocen entre sí.
CONSTELACIONES FAMILIARES
El grupo suele ser bastante homogéneo en lo que se refiere al nivel de apertura con relación al
método utilizado. La participación tiene su origen en una intención inconsciente de observar un
tema desde una posición fuera de la influencia del ego y trabajar en el crecimiento personal. Los
participantes se saludan informalmente y se sientan formando un círculo. Cada uno se presenta
diciendo sólo el nombre, explicando brevemente el motivo de la participación en el taller.
Generalmente, quienes participan desean constelar aunque también se puede participar solamente
como “representante” sin constelar o participar como observador durante un taller de
constelaciones familiares. Solamente el observar, aporta a menudo un efecto sanador ya que todos
somos parte de la misma fuente y resonamos con los temas que aparecen en los talleres.
LA CONVERSACIÓN PRELIMINAR
Una constelación empieza con una corta entrevista. En ella se expone al terapeuta el tema de la
constelación, y cual podría ser el resultado deseado. En esa conversación se define claramente lo
que se va a constelar para llegar a ese resultado. Quizás se debe constelar la familia de origen, la
familia o
relación actual o (en caso de una enfermedad) un síntoma. La información necesaria respecto a la
familia se hace sin la descripción de la personalidad de sus integrantes. El terapeuta evita que se
transmita tal información ya que esto puede influir en el trabajo de los representantes.
REPRESENTANTES
Del grupo de participantes se va escogiendo una persona para cada integrante de la familia
necesario para la constelación y una para sí mismo. Se buscan hombres para representar a
hombres y mujeres para el papel de mujeres. Si hay pocos hombres y se pone una mujer en el
lugar de un hombre se le pone algo masculino, como una corbata, para que sea más fácil
reconocerlo como tal. Para elegir a una persona representante es necesario pedirle si quiere
participar en la constelación como representante y pedírselo de tal manera que él o ella se sienta
libre para negarse si el papel o la persona que debe representar no le sienta bien.
¿QUIEN ES QUIEN?
Los personas elegidas como representantes se ponen en fila y se las identifica correctamente
repitiendo el papel que asumen en la constelación. El terapeuta les pide que cierren los ojos un
momento, se concentren y sientan su cuerpo atentamente. A continuación, el constelante con las
manos en los hombros de cada persona elegida como representante, los va colocando uno por uno
en el recinto. Se deja uno llevar por la intuición y la imagen interna. Únicamente se les da un
lugar y una dirección adonde deben dirigir su mirada. No se les da ninguna instrucción.
Una constelación trabaja más profundamente cuando se lleva a cabo sin palabras y concentrando
toda nuestra atención en ella. Descartamos cualquier preparación de antemano como dibujos o
planes. Una constelación es una imagen interna fuera del tiempo donde se evidencia el momento
presente.
Cuando cada uno de los representantes tiene su lugar en el espacio, el constelante toma asiento
de tal manera que pueda observar todo muy bien. En el argot terapéutico se le llama
metaposición.
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